Qué el Destino me perdone. Me estoy metiendo contra la opinión de dos grandes figuras en Internet. Me está afectando las «incongruencias indiscutidas»; las atrocidades intelectuales que nadie objeta, ni advierte que son atrocidades, tan solo porque las emiten personas que son como (indiscutibles) «instituciones» por el solo hecho de haber logrado un «pelotazo».