Para los que leen «en diagonal» y los que tiene la ansiedad de saber de qué se trata un post antes de leerlo: este blog trata sobre los procesos de aprendizaje de los emprendedores creadores de empresas y las mejores prácticas formativas y de mentoring para facilitarles su desempeño.
Ahora, con mucho placer, escribo mis reflexiones para todos los que me honran con su valioso tiempo dedicado a compartir nuestros respectivos puntos de vista. Estoy intentando precisar, a los «expertos», de qué se trata este blog. En los clasificadores de temas o «categorías» de los principales directorios no ofrecen opciones tales como «Emprendedores«.
De hecho, algunos me han sugerido que lo inscriba en «Personales» dado que mi bitácora lleva mi propio nombre. Pero es una categoría muy relativa con relación a la intención que me inspira crear y compartir este espacio de la blogosfera.
Es relativamente cierto que este es un «bolg personal». Tal como hace unos días le he escrito a Paola Carolina Diaz, de lescantolas40.com.ar, he creado este blog para:
i) Revitalizar lo que he producido diseñando programas y creando centros para emprendedores (en Argentina y en España).
ii) Reciclar lo aprendido —en esa apasionante actividad— para hacerlo fluir sobre mi propio emprendimiento vinculado a la producción audiovisual.
iii) Disponer de una herramienta para crear y gestionar una red de contactos profesionales.
Ahora bien, no es un blog sobre mi vida sino sobre mi especialidad profesional. En este sentido no es precisamente un «blog personal». Es un blog profesional.
El tema específico que me interesa compartir con la comunidad es: las buenas prácticas para facilitar el desempeño de los emprendedores; enfocando en especial cómo son sus procesos de aprendizaje, la naturaleza de su identidad y el impacto de sus vinculaciones con sus respectivos entornos culturales, económicos y tecnológicos.
Aún cuando reflexiono sobre lo que voy a escribir y mientras elaboro cómo expresarlo pienso en términos como lo hacía un coach, un consultor y/o un mentor, nada de este espacio compartido está restringido a ninguna persona de bien.
No preocupa tanto identificar a cuál categoría pertenece mi blog. Me ocupo que sea de la mejor categoría posible. ¿Se entiende la diferencia? «No es lo que tengo, es lo que soy»
¿Excluyo a alguien? En principio a quienes creen que hay recetas para formar emprendedores —y/o para comportarse como tal— como si se tratara de hacer huevos fritos. Nada se parece menos a freír huevos que el sublime acto de emprender. No existe una receta magistral, universal y hasta las mejores teorías suelen ser insuficientes para poder comprender por qué una persona decide contrariar al «orden establecido» y toma riesgos para aventurarse por una idea.
También excluye a quienes suelen buscar lo que los maestros les dicen que busquen. En realidad, comparto este con quienes buscan lo mismo que buscan sus maestros.
Súmate. Ven con migo. Esperanzadamente confío que juntos construyamos una comunidad mutuamente beneficiosa para nosotros y nuestros respectivos espacios sociales (físicos y/o virtuales). Comenta. Comenta. Comenta. Comenta. Comenta. Comenta. Comenta.
No hay comentarios tontos; hay tontos que no comentan.
Un abrazo,
Mario
Estimado Mario , excelente tus reflexiones .
Está comunidad será muy beneficiosa para todos.
Siempre y cuando dejemos de ser «tontos» y comentemos, participemos , compartamos sin egoismos, haciendo aportes y aun con preguntas «tontas».
Un abrazo.
Jorge C.Sanchez
Cordoba
Argentina
Si fuera el Papa te haría santo, porque «tienes más razón que un santo», que se suele decir.
En el sistema educativo actual hay poca interacción alumno-profesor (en el universitario brilla por su ausencia). Además, a veces, los profesores son meros «contenedores» de conocimiento; muchos carecen de análisis lógico o emocional. Personalmente, he oído argumentos de catedráticos que sinceramente me han dejado alucinado.
Como he dicho muchas veces, lo importante en la enseñanza no es el conocimiento categórico del profesor, sino su capacidad para traspasarlo a sus alumnos, ser capaces de abrir el apetito de los demás. Eso es ser un maestro, que es diferente a ser profesor.
Afortunadamente no necesito mucho para tener un buen día, aunque tampoco me sobre (felicidad).
Nos leemos pronto!
@KC es cierto. De hecho, yo prefiero a la persona que le preguntó a Aristóteles «¿qué es la felicidad?» que al propio Aristóteles que se pasó la vida tratando de dar una respuesta que, además de coherente, luciera suficiente… pero Ari no lo logró. Jé! pero la pregunta está allí.
El problema es que en la escuela nos enseñan a responder (además: «de la manera correcta»)… nos modelan en un sistema en el que la pregunta es un sistema de enseñanza, no de aprendizaje… entonces nos acostumbramos a no molestar con «preguntas tontas», porque los «alumnos» (no-tiene-luz) no deben incomodar al «docente» (da-luz). Es el docente el que pregunta y el que, además, tiene la respuesta correcta (todo un paradigma).
A mi me gusta el estilo de entrevistar de Robin Good (de masternewmedia.org). Enfrenta a los top del mundo de la tecnología y cuando todos suponen que les preguntará sobre «bits&chips» el tipo les dispara: «¿Qué has venido a hacer a este mundo?» Já! Los «entrevistados» enmudecen… Mira tu, el tremendo poder de la pregunta.
Gracias por tus apreciadas participaciones.
¿Vas a tener un buen día, hoy? ¿Harás todo lo posible por ser feliz? ¿eh?
«No hay comentarios tontos; hay tontos que no comentan».
Lo mismo pasa con las preguntas. Que pena que subestimemos el poder de las preguntas tontas.
Un abrazo Mario!