Seguramente, lo que ha ocurrido durante esos talleres no lo va escribir Fernando. Así que, para que sirva como modelo práctico sobre cómo «saber-hacer saber-hacer» me todo el atrevimiento de escribir “el post que Fernando Tellado no escribirá”.
Yo tengo alguna experiencia educando alumnos de muy variados perfiles socioculturales en distintos ambientes institucionales y he visto que los estudiantes más jóvenes están generalmente condicionados por relaciones de «autoridad vertical» que enfocan el aprendizaje desde el “docente” (da luz) al “alumno” (no tiene luz) con una comunicación unidireccional.
Alguien relata, quizás muestra —esperanzadamente demuestra— y el alumno aprende o aprende (a memorizar); muchas veces, sin la oportunidad de ejercitar cómo transferir lo aprendido a su propio terreno de actuación que siempre queda afuera del aula donde aprende.
Fernando Tellado se para frente al atril que sostiene su ordenador, conectado a un cañón, sobre un escenario prolijo y atractivo con la intención de sostener la atención de cerca de 200 jóvenes que durante 30 minutos previos estuvieron tuentiando… y se resisten a dejar de tuentiear a las 9:30 de la mañana de un día en pleno verano andaluz, a menos de 100 mts de una piscina espectacular, para ver y escuchar a un señor de metro ochenta que inspira, a simple vista: “más autoridad vertical. Yo te cuento. Tu te callas, niño, y memorizas”.
Pero el hombre está con bermudas, calzado deportivo y polo “de entre casa”. ¡Ea! ¡Está hablando en voz baja, no se ha puesto a vociferar que apaguemos los ordenadores, ni que hagamos silencio
Los estudiantes, sobre todo los adolescentes, no están acostumbrados a que “el profe” no vocifere si están tuentiando, y que con un polo “de entre casa” vaya mostrando, demostrando e invitando a ejercitar paso a paso cómo hacer algo… y pregunte recurrentemente si necesitan ayuda…
Complementando, una docena de entusiastas voluntari@s recorren los pasillos ayudando a quien tiene alguna dificultad específica.
Fernando, baja desde el escenario y junto a los alumnos va orientando a la par que lo hacen sus ayudantes voluntari@s. Fernando Tellado sorprende a los alumnos. Y me sorprende a mí también.
Tiene un auditorio de casi 200 chicos “jugando” a configurar sus propios (200) blogs en WordPress y durante 90 minutos convierte “el aula” en un espacio de juego experimental que permite: aprender.
Lee de nuevo. ¿Se te ha puesto la piel de gallina? ¿Te emociona? ¿No? Bueno… disculpa, pero ni este post ni este blog te resultará útil.
Prefiero quedarme con este video-relato y en otro momento pensar y escribir sobre el salto de fase que le supone al alumno un enfoque horizontal, interactivo y emocional del oficio del maestro.
Me honra ser el puño que simplemente transcribe la letra del post que el Maestro Fernando Tellado no escribirá.
Gracias Fernando. Lo he dicho muchas veces en público y en privado: me honra conocerte.
Mira, hasta me has emocionado. Muchas gracias por tu visión de algo que para mi es lo que debe ser lo normal ¿no?.
Vamos, que en cada momento hay que saber a quien estás «sirviendo», porque yo lo veo como servicio, de compartir lo poco que sé y que sirva para algo útil.
Gracias de nuevo ;(