Ha pasado el 8 de marzo. Aunque por mis hijas, mis nietas, mi esposa, mis maestras, por mi madre (que en en paz descanse), mis amigas y todas las mujeres de mi vida considero que hoy sigue siendo el día internacional de la mujer que desde hace un par de años ha cobrado un significado muy especial que va más allá de las reclamaciones profesionales, la equiparación salarial o el reclamo de la reivindicación de género.
La ilustración de este post es la estatuilla descubierta en 1908 por el arqueólogo austriaco Josef Szombathy, a la vera del Río Danubio, en la localidad de Willendorf; de allí la denominación de esta escultura «La Venus de Willendorf». Se calcula que ha sido realizada entre 22.000 y 20.000 años AC.
Hace pocas semanas alguien publicó la foto original de la escultura en Facebook que fue censurada y eliminada porque un «algoritmo» consideró que se trata de una foto obscena que infringía las normas antipornográficas de esa red social.
Alguien, hace más de 22.018 años consideró que esta mujer era bella y decidió inmortalizarla en una obra artística plena de vigor. Los griegos, los egipcios y los babilónicos del período Neolítico también consideraban que las mujeres hiperobesas eran bellas y existen muchas esculturas, tallas y relieves que así lo manifiestan a través de milenios.
«¿Que es la belleza? Mira cómo a menudo su definición cambia.
«Reflexione sobre los ideales que se nos imponen y cuán rápido evolucionan, porque no hay una plantilla estándar para la belleza, así que celebremos la diversidad de la forma femenina.»
«Presentando lo bello e icónico», por Anna Ginsburg (CNN)