¿Puede ser que la expectativa de lograr beneficios intangibles a largo plazo compense los esfuerzos para obtener escasos beneficios tangibles inmediatos? La cuestión es compleja y se vuelve complicada cuando las potenciales recompensas intangibles son inciertas.
¿Qué expectativa justifica desplazarse 26.000 km para compartir unas horas en una reunión de especialistas en didáctica del emprendimiento y la innovación de Iberoamérica? La respuesta es obvia: aprender e intercambiar experiencias con gente de excelente talento y buen talante; aunque por sobre este resultado inmediato hay otras cuestiones igualmente importantes: proyectar nuevas relaciones interpersonales, hoy desconocidas, más allá del espacio y el tiempo.
El tablero donde se juega la actividad profesional se ha ampliado hace un par de décadas en todas sus dimensiones espaciales y me atrevo a afirmar, con fundamento, que también se han ampliado sus alcances temporales. ¿Qué?
La globalización de la economía y su consecuente deslocalización profesional explican la expansión territorial para ejercer una profesión o hacer negocios. Frecuentemente usamos el concepto “ubicuo” para entender que podemos estar realizando un mismo trabajo en diferentes lugares al mismo tiempo aprovechando tecnologías cada vez más eficientes y accesibles.
Ahora bien, tenemos que entender y aceptar que estos múltiples escenarios físicamente extendidos y temporalmente simultáneos y/o asincrónicos implican realizar actividades que retribuirán beneficios en el futuro dentro de varios meses o años.
No llama la atención, ¿verdad? Cuando realizamos una actividad profesional consideramos que tendremos resultados de diferentes magnitudes a corto, mediano y largo plazo. Si podemos gestionar los costes de nuestras actividades profesionales será más fácil aceptar que los beneficios tangibles demoren en llegar; pero ¿qué ocurre con los beneficios intangibles cuyos logros son inciertos tanto por su auténtico valor cómo por el plazo de espera para que lleguen?
Los beneficios intangibles de un trabajo ubicuo pueden ser el prestigio personal, nuevas relaciones profesionales que todavía no conocemos en el presente, nuevas ideas inspiradas en los conocimientos que las nuevas relaciones nos podrían proporcionar en el futuro, conseguir otros trabajos que se podrían generar en el futuro cuyos resultados tangibles e intangibles resulten mucho más significativos que los que realizamos en el presente.
65% de la circunferencia del planeta, ¿para qué?
Para ir y regresar desde Sevilla (España) a Coyahique (Chile) recorreré el 65% de la circunferencia terrestre trazada a través de los polos. ¿Vale la pena? ¡Sí! Independientemente de la cuantía económica inmediata hay una esperanza de beneficios tangibles e intangibles en el futuro que sé que llegarán; aunque hoy no sé cuándo, dónde, ni precisamente por cuánto.
Además, participar en el XI Workshop de la Red EmprendeSUR me brinda la oportunidad inmediata de devolver a esa comunidad de práctica de especialistas e investigadores científicos sobre el desarrollo del emprendimiento y la innovación una parte de lo que ella me ha entregado a través de sus 13 años de valiosa actividad.
Los planes son intervenir en un panel para intercambiar experiencias sobre el “estado del arte” latinoamericano en materia de formación de emprendedores; espero poder aportar una comparativa entre lo que suele ocurrir en Latinoamérica con las buenas prácticas usadas en la Unión Europea. Por otra parte, presentaremos en coautoría con el Mtr. Jorge Rodrigo Espinoza Benavides nuestra ponencia «Recomendaciones Estratégicas para Formar Especialistas en Didáctica del Emprendimiento», que hemos elaborado conjuntamente recopilando nuestras respectivas experiencias en “el circo” por Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
Gracias a la Red EmprendeSUR y a la Universidad Tecnológica de Chile INACAP por su apreciada invitación y esfuerzos para realizar un evento significativo para el desarrollo regional de la patagonia chilena y para la comunidad emprendedora de Iberoamérica.
Tiene razón Mario. Siempre el porvenir nos traerá nuevas oportunidades y generará nuevas redes de empatía y trabajo conjunto con quienes aún no conocemos…pero todo aquello podemos cultivarlo desde ahora. En esta oportunidad generando Voces del Sur que llegarán desde la Patagonia chilena para aportar al emprendimiento y a la innovación, tarea necesaria a escala planetaria para un desarrollo humano y sustentable. Un gran abrazo y gracias por participar e iluminar esta aventura.
Gracias apreciado Dr. Pedro Vera Castillo, Presidente de la Red EmprendeSUR. Usted, y sus colaboradores, son artífices de la más significativa comunidad de práctica científica iberoamericana sobre el desarrollo emprendedor regional. Gracias por eso y porque su confianza me honra a la vez que desafía mi imaginación para contribuir con un mundo más justo y feliz.