Esta nota incluye opcionalmente para quienes quieran apreciar una verdadera «perla para el desayuno» un vídeo en Youtube.Com muy interesante (2:36 min) y una banda de audio de Washigntonpost.Com por la que puedes ahorrar u$s 1.000 (44:16 min).
Con frecuencia recibo emails con viñetas, chistes y curiosidades. En general, los elimino de la «bandeja de entrada» sin terminar de verlos; aunque a veces resultan atractivos y me ayudan a aliviar una que otra tensión. Vale la pena una o dos cosas atractivas que recibo en la semana para tolerarles la manía de algunas personas por contaminar digitalmente al planeta.
Hoy, he recibido esta «Perla para el Desayuno«, según lo titula el Washington Post. Y lo es (vía http://www.washingtonpost.com):
Aquella podría ser una mañana más como otra cualquiera.
Un sujeto entra en la estación de Metro, va vestido con un pantalón vaquero, una camiseta barata y se sitúa cerca de la entrada… Extrae un violín de la caja y comienza a tocar con entusiasmo para toda la gente que pasa por allí, es la hora punta de la mañana.
Durante los 45 minutos que estuvo tocando el violín, fue prácticamente ignorado por todos los pasajeros del Metro.
Nadie sabía, que ese músico, era precisamente Joshua Bell, uno de los mejores violinistas del mundo, ejecutando sin parar las piezas musicales más consagradas de la historia, con un instrumento muy especial, un violín Stradivarius, estimado en un valor de más de 3 millones de dólares.
Unos días antes, Bell, había tocado en La Sinfónica de Boston, donde los mejores lugares para el concierto costaban la bagatela de 1000 dólares la entrada. Esta experiencia que ha sido grabada en vídeo, muestra a hombres y mujeres que caminan muy rápido, cada uno haciendo una cosa, pero todos indiferentes al sonido del violín…
La iniciativa fue realizada por el Diario The Washington Post, con la finalidad de lanzar un debate sobre el valor del arte, y de su contexto.
LA CONCLUSIÓN: estamos acostumbrados a dar valor a las cosas según están en un determinado contexto. En este caso, el talento musical del notable violinista Joshua Bell es una obra de arte en sí mismo, es un lujo poder asistir personalmente a cualquiera de sus conciertos en vivo, pero fuera de contexto ─por ejemplo en una estación de metro─ sólo es «un artefacto» sin la etiqueta de la marca.
Fuentes consultadas:
- Para la lectura de la nota completa publicada en el Washignton Post (incluye detalles de los vídeos, especialmente el diálogo de algunos transeúntes con el concertista).
- Banda de sonido completa (44:16 min) del concierto de Joshua Bell en la Estación de Metro
Lo terrible de estas cosas es que cada dia nos volvemos maquinas e insensables, automatas de las situaciones. Pasamos sobre las cosas sin percibir su belleza.
Junto con el contexto estan las relaciones, que muchas son rotas debido a que el contexto determina el marco de las mismas y como dice el artículo determina el valor.
Muy buen aporte
Querido Emilio, no te das una idea lo cerca que me siento de Lanús viviendo en Sevilla…
Me hiciste llorar, ¡¡¡boludo!!! Extraño muchísimo a Conrado González, sus metáforas, sus silencios, sus palabras enroscadas que terminan siendo ideas tan claras como el sol. Su visión «borracha» del profundo dramatismo que nos ha tocado vivir a los de nuestra generación. Deseo fervientemente que se encuentre bien. Por favor: dale mi abrazo, siempre agradecido, porque él, y mucho también vos mismo, me han ayudado a forjar «lo mejor de mis mejores» competencias profesionales y mis valores personales. Un abrazo para tí Emilio.
Cerca de Lanús,
Mario
Hola Mario. Me hicistes acordar a Conrado con su cuento de porque la Luna no se cae (que es por las mismas leyes que hacen que los cuerpos se atraigan)y termina diciendo ¡que importante es el contexto!
Saludos
Mario, te agrego a mi blog. Por ahora yo ausente
Abrazo
Efectivamente, Mario, eso sucedió en abril del año pasado y a mí también me llamó la atención. Apuesto a que si pudiéramos poner al mismísimo Lennon a tocar Imagine antes de que éste hubiera sido un Beatle, hubiera pasado parecido. A veces el contexto influye sobre nosotros de forma increíble, como bien doy por hecho que sabes.
Por cierto, me ha parecido muy interesante su página. Admiro su iniciativa, tanto personal como vital.
Saludos.
P.D.: he mandado otro mensaje porque el primero no salió. Por si se repite.
Efectivamente, Mario.
Esto pasó en abril del año pasado. Parece que nuestros oídos son más sensibles a lo que los demás dicen que es bueno, que a lo bueno en sí…Es como si el contexto también condicionara las sensaciones.
Para mí es un experimento de hasta dónde pueden «atontarnos» productoras, discográficas y editoriales con su Fast Art…
De hecho, estoy casi convencido de que si hubieras podido colocar a Lennon tocando en una estación antes de ser famoso, poca gente hubiera reparado de su capacidad creativa.
Dicen que el mismo Chaplin acabó 3º ó 4º en un concurso consistente en imitar a Charlot. Yo me lo creo.
Saludos.