¿Por qué algo es divertido?

Los filósofos se han estado haciendo esta pregunta desde Platón. Ahora algunos psicólogos piensan que han sacado de entre sus manos la fórmula correcta: el humor proviene de una transgresión de la realidad para transformarla en un escenario benigno.

En el humor coexisten dos mundos paralelos donde uno denuncia y transforma en jocoso a las miserias del otro.

Freud pensó que el humor proviene de una liberación de la tensión. Algunas teorías postulan que el humor proviene de un sentido de superioridad y también hay unas teorías que sostienen que el origen del humor es la desarticulación entre la realidad y nuestra percepción sobre cómo funcionan las cosas que ocurren a nuestro alrededor.

Sin embargo, todo esto podría ocurrir si tú accidentalmente matas a tu pareja… pero eso no sería gracioso, ¿verdad? Convengamos que cualquier situación podría ser graciosa sólo si, además, parece “no-cancerosa” (o dañina, para decirlo conteniendo la risa, ¿verdad?).

Para comprobar esta hipótesis, podemos imaginar diferentes escenarios de la misma situación:

1. una primera marca mundial de embutidos y fiambres contrata a un rabino como portavoz para su nueva línea de productos de carne de cerdo, y
2. la misma empresa contrata a un agricultor como portavoz para su nueva línea de productos de carne de cerdo.

La situación con una “violación moral”, situando a un rabino promocionando el consumo de carne de cerdo, se percibe tan ridículamente “equivocada” al punto que será muy probable que provoque risa.

La evidencia de una “violación moral” que no es maligna hace que la situación resulte “chistosa”.

 ¿Probamos?

Por favor, completa la siguiente encuesta anónima que consta de dos preguntas; podrás ver los resultados generales al expresar tus dos valoraciones:

¿Qué conclusiones extraes de los resultados de esta encuesta?

Si con el correr del tiempo se comprueban las hipótesis que: (a) la minoría se disgusta cuando la Iglesia atrae feligreses con una rifa; (b) para la mayoría, la cuestión resulta “indiferente” en el caso de la Cooperativa; y (c) lo que causa gracia es que una Iglesia necesite rifar un coche deportivo de alta gama para atraer nuevos feligreses; resulta gracioso porque la “violación moral” no parece ser “cancerosa”.

Entrevistas personales con esta encuesta me permitieron comprobar que, tal como sugieren algunos estudios científicos recientes: las personas que tienen más distancia psicológica de una “violación moral” tienen mejor probabilidad de divertirse.

Nos reímos cuando Moe le pega a Larry porque sabemos que Larry realmente no sufre demasiado.

Pegar a alguien es una violación de normas sociales. Tú no le pegas a las personas, especialmente a tus amigos.

Pero las payasadas de Los Tres Chiflados al “pegarse duramente” entre sí nos hacen reír porque sabemos que sus bofetadas y golpes con martillos no son reales.

 ¿A qué no te puedes reír con este video?

El hecho es que si la situación te parece increíble eres capaz de reírte si te cuento que un bebé fuma. Pero cuando las personas en su sano juicio ven a este niño echando humo, ya no les es posible reírse sobre esta misma cuestión.

Así que a partir de ahora, cabría considerar que en las “violaciones morales no cancerosas” existen nutrientes para el origen del humor.

¿Más? Tiempo para desarrollar sus competencias para el liderazgo y la innovación en “El Humor Como Estrategia”.