Somos muchas identidades personales interconectadas, unas a través de otras, tramando una multiplicidad de identidades digitales.
Alguien, dentro de poco, tomará el coraje suficiente y demostrará que toda la trama Web 2.0 es un intento social para no caer colectivamente, de manera definitiva, en conductas típicas del espectro del autista. Yo no tengo el coraje para expresarlo. Pero es lo que creo.
Lo más paradójico de la «comunidad 2.0» es que entrelaza a nuestras respectivas “soledades”, para que algunas se transformen en “soledades-socializadas” y —la mayoría— van quedando en la periferia de las muy pocas comunidades virtuales que logran construirse y sobrevivir a alguno que otro efímero objetivo.
Llamamos «virtuales» a nuestros «colectivos 2.0» porque no son físicos. Pero: existen. Tienen una identidad corporizada en nuestras IPs las que, a su vez, nos identifican como seres binarios (¿mitad personas, mitad qué?).
Las reflexiones de Dolors “Dreig” Reig en Twitter, lo único que importa, que sepa volar posee preguntas de fuerza arrolladora:
¿Se irá tornando más y más autista la conversación? ¿Será el ser humano tan escalable como las redes que utiliza? ¿Se parecerá a Twitter, a este caos autoorganizado la inteligencia colectiva?
Lo elijo el mejor post del año 2008 porque expresa el más profundo «salto» que yo he experimentado en 29 años utilizando recursos informáticos para trabajar, para aprender, para enseñar, para recrearme, para comunicarme con mi familia y con mis amigos… para mantener cercada a mi propia soledad.
El otro semi-finalista (entre 10 pre clasificados de los casi 1.500 post que he leído durante el año 2008) ha sido Bendito Fracaso de Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña. Se lo he dejado impreso en los comentarios de ese mismo post:
… Te felicito Alejandro. Hay que saber estar sentado sobre el “trencito” que pasa por la “Estación Éxito” y continuar aventurando el viaje ayudando a que los demás también consigan “su billete”.
Por eso quedas “segundo” para desafiarte a que me desafíes que en el 2009: escribirás “lo mejor del año”.
Me honra que me consideres uno de tus amigos. Gracias.
Próximamente, mis “10 mejores twitteros 2008”
Estimado Alejandro Suárez Sánchez-Ocaña,
Suelo revisar «artesanalmente» (1-a-1), como en la vieja época, lo que publican día a día, por lo menos, 3 de los blogs de mi lista «blogroll» clasificados como «Aprendo con», «Bloguía de Empleo» y «Materia Gris».
Recibo las actualizaciones diarias por un lector de feeds, de 4 de esos blogs.
Por lo menos, 4 veces por día hago un seguimiento de los micropost que publican mis enlaces en Twitter (por ese motivo soy muy cuidadoso de no incrementar en forma desmedida mis enlaces following, porque a menudo también reviso lo que publican mis followers), en donde siempre hay interesantes recomendaciones a post que me interesan, por lo menos «ver».
Como soy «de la vieja época», no «los miro»: los leo. Generalmente, si me impactan: los recuerdo.
Resumiendo, leo en promedio 8 post diarios unos 300 días por año (considerando días de viajes «sin conexión» y otros «extras»). No creo que mi actividad de «ciberlectura» sea superior a la media de las 500 personas que más o menos solemos cruzarnos en diferentes momentos y espacios virtuales a las que estoy vinculado, en promedio, desde hace 5 años.
Cuando menciono «entre unos 1500 post» es porque «sin contarlos» los tengo, por lo menos «recordados». Pero, durante el año 2008, debo haber leído, seguramente, más de 2.400 (dos mil cuatroscientos).
El tuyo («Bendito Fracaso»), obviamente no solo lo recuerdo porque el fue el último Gran Impacto que recibí en la blogosfera durante 2008. También, tal como lo expreso a) en mi propio post, b) en el comentario que te he dejado en tu blog, y c) en tu muro en Facebook: porque tiene una tremenda fuerza didáctica y un altísimo valor motivacional.
A mi entender: «te mojaste», siendo tu un talento «sobre el promedio» y sin necesidad de hacerlo: te metiste por dentro de un aspecto emprendedor que no tiene glamour, que no vende. Por todas esas cosas no me es ajeno (ni «indiferente», ni «indistinto») que me has honrado con su lectura previa.
Mira, Alejandro, no puedo escribir otros post sobre un post 😉
Gana el de Dreig porque me siento involucrado en la opionión que ha expuesto hacerca de la padojójica soledad-socializada en la web 2.0. No solo estoy de acuerdo con eso: también sufro ese síndrome. Pero, en especial, porque lo imprimí cuando lo he leído en marzo de 2008 y lo mantengo clavado (literalmente) en el tabloide de corcho que tengo junto a mi escritorio para no dejar sin responder a nadie que me consulte lo que necesite de mi a través de la red aún cuando yo no lo conozca ni, lo que esa persona pueda hacer, a mi me represente ningún beneficio.
Dicho sea de paso, también tengo impresos otra media docena (quizás en unos 3 o 4 años les proponga a sus autores que me dejen publicarlos en un libro de «mis memorias virtuales»).
¡Ey! ¡¡¡Alejandro!!! ¿todavía estás allí leyendo esto? Permíteme que te exprese un fuerte abrazo. Te quiero mucho.
Desde mis vacaciones lejos de la peninsula sólo 1 minuto para agradecerte la mención.
Me sorprende una barbaridad que me menciones de esta forma (alto honor) y tb que hayas leido 1500 post este año y que recuerdes más o menos cuantos han sido
😀
Mario…muchas gracias por tu reconocimiento. Creo que no estoy demasiado satisfecha de mi evolución al respecto del balance entre información y reflexión (informo más que cuando escribí esto, pero echo de menos la reflexión). Me marcaré como objetivo para este año y a partir de la inspiración que también prestas casi a diario, dar rienda suelta a mi subjetividad. Espero que las consecuencias no sean demasiado desastrosas….;)
Reflexionaré, para empezar, sobre esto: «Alguien, dentro de poco, tomará el coraje suficiente y demostrará que toda la trama Web 2.0 es un intento social por no caer colectivamente, de manera definitiva, en conductas típicas del espectro del autista». La idea de porqué compartimos me ronda por la cabeza desde hace tiempo, así que…
Un abrazo a compartir con todos y todo lo que amas (seguro que es un abrazo muy, muy grande)