Con sinceridad: ¿quién quiere salir de su zona de confort? ¿Para qué? ¿Salir para no regresar?… mmm … Una estudiante universitaria me ha consultado «¿considera que el emprendimiento brindado por las universidades sirve para salir de la zona de confort?» (sic).
Primero tuve que descifrar si la pregunta se refería a «la educación para el emprendimiento».
Segundo tuve que decidir si responder porque, en más de tres décadas usando Internet, aprendí que tras este tipo de preguntas hay quienes buscan «letra» (literal) para alguna tarea que les han asignado realizar.
Tercero, me enfrasqué en mi propia historia y sentimientos porque aprecio mi «zona de confort» y no tengo ganas de salir de ella; más bien: pretendo que sea cada vez mas amplia y confortable.
Cuarto: la manera y el medio de la consulta demuestra que la confusión entre los conceptos de «zona de confort» con «conformismo y mediocridad» está haciendo estragos en la calidad educativa.
Además, vuelvo a valorar lo expuesto en «Palancas Universitarias para Emprender». El resultado: 1) he respondido, 2) mi respuesta me ha llevado a plantearme más preguntas, 3) comparto contigo, ahora, lo que (literalmente) le he respondido a la estudiante:
- Tengo 65 años (y empeorando 🙂 ); cuando era más joven yo había «comprado» el argumento de algunos «expertos» que para emprender e innovar era necesario salir de «la zona de confort». Bien, aquí estoy… siempre aprendiendo, innovando y emprendiendo…
- ¿¿¿Pará qué quiero innovar y emprender si no es para estar viviendo en una «zona de confort»??? Es más: ¡¡¡quiero que toda mi gente (mis hijos, mi esposa, mis estudiantes, mis colegas, mis clientes, el mundo-mundial: vivan en la zona de confort en la que quieran vivir felices!!!
- Ahora, viendo en perspectiva lo vivido encuentro que resulta «irracional» tener que salir de la «zona de confort», para partirse la cabeza 😉 para estar en una «zona de confort».
zona de confort vs conformismo y mediocridad
zona de confort vs conformismo y mediocridad
Esto no invalida que es necesario esfuerzo, tomar riesgos, aprender, evaluar, mejorar, innovar, aprender más… pon todos estos conceptos en el orden que quieras ─todo dependerá del momento que se esté viviendo y los objetivos que se estén procurando lograr.
Ahora bien, los esfuerzos para aprender, innovar, emprender y mejorar no resultan compatible con ser «un vago», ser «indiferente al placer de vivir», ser «conformista» o «resignarse al orden establecido de las cosas»… ni nada que se le parezca.
Eso no es estar en una «zona de confort», es ser una «persona inútil», «sonsa», «mediocre».
Vivir adentro de una «zona de confort» es gozar de la libertad, procurando la libertad de todos los demás; vivir en una «zona de confort» es el placer de lograr los objetivos que uno se propone lograr, aunque esto conlleve fracasos y algunos dolores e incomodidades, cuidando de no perjudicar a nadie. En suma: vivir en una «zona de confort» es vivir feliz. ¿¿¿¿¡¡¡¡Quién es su sano juicio no quiere eso!!!!????
Entonces, hoy creo que la educación no debe promover «salir de la zona de confort», sino: facilitar aprender a construir «buenas zonas de confort».
Yo confieso: en los últimos años me está preocupando mucho más la mediocridad de los profesores universitarios apoltronados en sus cargos que han dejado de preocuparse por aprender, emprender e innovar, que por la persistencia de los estudiantes universitarios por permanecer en sus «zonas de confort».
En los últimos 4 años, en especial, estoy trabajando mucho con profesores universitarios y analizando con ellos casos de diferentes perfiles de estudiantes (de grado y posgrado) y encuentro que los estudiantes cada día toman más ventaja a los profesores sobre aprender, emprender e innovar.
Si realmente te interesa el tema te sugiero que leas: «Aprender a Emprender con Código Abierto» ─aunque enfoca el problema en las carreras de ingeniería, aplica a cualquier ámbito y carrera universitaria hispanoamericana.
Confío no haberte complicado el día ¡¡¡já!!!
Mario
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