Al verter aceite en un recipiente con agua se observa que queda flotando en la superficie.
El aceite no enriquece, ni siquiera modifica, la naturaleza del agua.
El aceite suma volumen al contenido del recipiente, pero no crea valor, ni una nueva sustancia.
¿Y qué?
Pues te propongo esta experiencia. Cambia estas palabras:
- “Aceite” por “lección.”
- “Recipiente” por “aula” (física o virtual).
- “Agua” por “Estudiante”.
- “Contenido” por “Enseñanza”.
- “Sustancia” por “Conocimiento”, “Habilidad” o “Competencia”.
Ahora, por favor, vuelve a leer la frase con los cambios realizados. Piensa:
¿Tú enseñas o viertes aceite sobre el agua?