Se está invirtiendo la pirámide poblacional mundial; ahora la cantidad de habitantes mayores de 65 años supera a la cantidad de niños de menos de 5 años de edad. Es una tendencia, con muchas implicancias en la macroeconomía y la proyección del desarrollo global.
Aunque no podemos cambiar las tendencias demográficas, podemos cambiar la forma en que respondemos a ellas.
La clave de este problema es que las tasas de natalidad, en todo el mundo, han caído por debajo de los niveles de «reemplazo» o por debajo del nivel que puede sostener el crecimiento de la población. Pese a este hecho: no son todas «malas noticias»…